Cómo cambiar de ropa a un bebe recién nacido

Cambiarle la ropa a un recién nacido siempre es todo un reto las primeras veces que se hace, pero simplemente requiere de planificación, mimo y cuidado. 

Como con cualquier habilidad, al principio parece complicado pero, con la práctica, acaba por ser una tarea muy cómoda y que apenas requiere esfuerzo. 

Una de las claves es que tanto la persona que lo cambia como el propio bebé se sientan cómodos y relajados, por lo que la preparación adecuada del espacio y la sintonía entre ambos facilitará el cambio. 

En este artículo repasamos el paso a paso del cambio de ropa a un recién nacido con algunos consejos para asegurar que se hace de manera eficaz y segura, y que tanto el bebé como quien lo cambia disfrutan de este especial momento de intimidad.

Preparación para cambiar de ropa a un bebé recién nacido

Antes de comenzar a cambiar la ropa del bebé, es importante preparar el área adecuadamente para asegurar un entorno seguro y cómodo, con todo lo necesario a mano.

En casa es sencillo tener siempre el cambiador listo, mientras que si estás fuera este paso requerirá más preparación. Lleva siempre contigo todo lo necesario en una bolsa en la que te resulte fácil acceder a los productos como pañales, toallitas y ropa.

Elige la ropa adecuada para tu bebé

A la hora de cambiar la ropa a un bebé recién nacido, las prendas adecuadas pueden facilitar considerablemente la tarea. Elige prendas que sean suaves, cómodas y fáciles de poner y quitar, como bodys, peleles y camisetas con corchetes. 

Los tejidos de la ropa de bebé deben ser respetuosos con su delicada piel, como el algodón, y las capas de abrigo deben ajustarse a sus necesidades y la climatología. Lo ideal es que, en caso de que haga frío, incorpores distintas capas para poder poner y quitar prendas según los cambios de temperatura o en exteriores o interiores.

En lo que respecta al estilo, elige diseños adecuados y prendas acorde a las actividades previstas para el día: ropa cómoda y adorable para estar en casa, prendas especiales para eventos o conjuntos divertidos para dar un paseu.

Desviste al bebé con cuidado

Tumba al bebé boca arriba sobre la superficie en la que lo cambiarás. Antes de comenzar a cambiar la ropa, desabrocha suavemente los botones o cierres de la prenda que el bebé lleva puesta y quítala asegurando su comodidad en todo momento

Sujeta su cabeza con suavidad, desabrocha las prendas y retíralas, evitando movimientos bruscos.

Cambio de pañal a tu bebé y limpieza

Cambia el pañal y revisa la piel del bebé prestando especial atención a los pliegues y partes más delicadas. Límpialo con toallitas húmedas y seca bien para evitar irritaciones.

Viste al bebé recién nacido

Una vez que el bebé esté limpio y seco, ponle una a una las prendas de ropa limpia, pasando los brazos y piernas con cuidado y asegurando con los cierres a continuación.

Asegúrate de que la ropa esté bien ajustada pero no demasiado apretada y de que no quedan arrugas que puedan resultar incómodas.

De nuevo, para su comodidad y seguridad, sujeta la cabeza en todo momento, con firmeza pero con suavidad, especialmente a la hora de colocar la parte de arriba de la ropa.

Este gesto es el que puede resultar más complicado en los primeros cambios, ya que requiere el uso de una mano y solo deja una mano libre para colocar la ropa, pero con la práctica acaba siendo muy sencillo.

Aprovecha el momento para reforzar vínculos

Durante todo el proceso de cambio de ropa, aprovecha para interactuar con el bebé, háblale con suavidad y transmítele tranquilidad con gestos y caricias.

Aprovecha este momento de intimidad para reforzar el vínculo afectivo entre vosotros.

Recoge el espacio tras cambiarle

Una vez el bebé esté limpio y vestido, retira la ropa usada y desecha las toallitas y el pañal sucio. Lávate las manos y prepárate para disfrutar de un nuevo día lleno de nuevos descubrimientos con tu bebé limpio y cómodo.

Poco a poco y con la práctica verás como cambiar de ropa a un bebé recién nacido es una tarea sencilla y, sobre todo, es un momento especial e íntimo en el que intercambiar afecto y reforzar el vínculo entre vosotros. 

A medida que crezca, además, será el momento en el que te darás cuenta de lo rápido que crece y cómo la ropa le empieza a quedar pequeña, a la vez que podrás ir incorporando nuevas prendas y creando nuevas dinámicas de juego e interacción para disfrutar cada día de pequeños instantes juntos como este.